jueves, 7 de enero de 2016

aviso!!!!!! :)

¡¡¡¡Hola!!!! Os habla Lua (LMV LMV)
Os aviso que este blog sólo estará activo durante el verano porque es cuando a mi me explican las historias, yo se las paso a Alberto y él las cuelga en el  blog.

¡¡¡¡¡¡¡¡Nos vemos en verano!!!!!!!!

domingo, 28 de junio de 2015

La Pelea de Nieve

Ese día era invierno. Ya nos tocaba salir del colegio y el profesor nos separaba por tres grupos. Mayores, medianos y pequeños. Primero les tocaba salir a los mayores y cuando salió el primero de la fila vino corriendo y le dijo al profesor:- Profesor, ¡hay mucha nieve y no se puede salir! -

El profesor miró y le respondió: -Sólo hay 3 centimetros de nieve, eso no es nada.- Entonces todos los mayores y se reunieron a la plaza. Ahora nos tocaba salir a nosotros, los medianos. Matías, que era el primero, se agachó y hizo una bola de nieve y se la lanzó a uno de los mayores. - Con que queréis pelea, ¿eh? - dijeron los mayores. Y entonces todos los medianos menos Matías dijimos:- No no ¡Si ha sido Matías!-

Pero aún así empezó la guerra de nieve. Hasta me acuerdo que a un niño le dieron en toda la boca. Entonces, después de quince minutos y tropecientas bolas de nieve me acerqué al lado de los mayores con un trapo blanco (que significa que nos rendimos) pero uno de los mayores tiró mi trapo blanco al suelo y dijo algo como: - ¡Que siga la pelea!- Y allí apareció el profesor a de la escuela. Y como Matías cuando se enfada es muy bestia , sin ver al profesor le tiró una bola de nieve y el profesor gritó:- ¡Todos a vuestras casas! - Y eso hicimos. El día siguiente el profesor nos dijo a todos: - Ayer os portasteis muy mal, además Matías me atacó. -

- ¡Que lo hice sin querer! - decía Matías.

Narrado por Vivencio Pérez
Escrito por Lua Méndez

La Manzana Gigante

Ese día era primavera. Nos íbamos de excursión al campo con todos los niños y niñas del colegio.

Cuando ya habíamos llegado era hora de comer, así que nos separamos con grupos de amiguetes porque si no había mucho lío. Nos comimos todo todito el primer plato y todo todito el segundo. Llegamos al postre y todos teníamos manzanas porque el profesor nos dijo que si todos llevábamos diferentes cosas sería un lío de que si yo plátanos, tú melón, ... Pues eso, que sería un lío.

Así que pusimos todas las manzanas en un círculo y vimos que había una manzana grandota. Entonces por ahí pasó el profesor y dijo: - Olé ¡Pero que manzana más grande! Más vale que la sorteéis, porque si no todos la vais a querer.-

-¡Yo tengo otra idea! Me taparé los ojos y cogeré una manzana. - Todos estuvieron de acuerdo, pero yo no me enteré de que iba a por la manzana gigante, así que yo las removí.

-¡¿Queeeeeee?! -Dijo Matías al saber que había cogido una manzana pequeña. Y como el profesor también lo vio, dijo:- Muy bien, Vivencio, has salvado a la manzana y por eso te daremos la manzana gigante. ¿Estáis de acuerdo?- Todos dijeron que sí menos Matías. Me dijo:- ¡Ya no soy tu amigo!- Pero al cabo de unos minutos ya volvimos a ser amigos.

Narrado por Vivencio Pérez
Escrito por Lua Méndez

sábado, 27 de junio de 2015

Matías y la Lluvia

Faltaban pocos días para que se acabara el cole, era verano.

Estábamos en el colegio y faltaba poco para que se acabaran las clases, cuando de repente se oscureció el cielo. Todos nos asustamos y salimos a fuera a mirar. El profesor dijo: - Tranquilos, que sólo es una nube muy grande, será mejor que vayáis a casa porque caerá un chaparrón.-
Así que se suspendieron las clases para el resto del día.

Cuando acabábamos las clases, siempre nos quedábamos a jugar a la plaza, pero como ese día estaba a punto de caer una tormenta no nos quedamos. Aunque Matías se empreñó: - ¡Lo que pasa es que vosotros no queréis jugar a pelota conmigo! - Le intentábamos convencer de que caería un chaparrón, pero el seguía insistiendo, así que los demás nos fuimos a casa. Cuando ya llegué a casa miré por la ventana y ¡estaba cayendo granizo! Entonces vi a Matías escondido en una puerta de una casa tapado con su propia camiseta y MUY pero que MUY asustado. Cuando paró de llover bajé a la plaza y ¡Matías seguía allí! pero no estaba solo, Matías estaba rodeado de gente y entre toda esa gente estaban su madre y el profesor.

Desde que pasó eso, siempre que salíamos al patio Matías llevaba con él un paraguas. - ¡Por si acaso!- decía él.

Narrado por Vivencio Pérez
Escrito por Lua Mendez

miércoles, 24 de junio de 2015

La ropa se fuga

Era un día de verano... de hecho era el primer día de verano. Hacía MUCHÍSIMA calor, así que nos fuimos a bañar al río, que se había convertido en un pantano. Nos quitamos la ropa, y todos pusimos una piedra encima para que no se volara, pero Matías insistió: -¡Yo no pondré la piedra porque no hace viento! - Así que nos metimos en el agua.

Cuando ya salíamos del agua ¡ La ropa de Matías ya no estaba!

El dijo que la podíamos buscar, pero contestamos: - Matías, ya se está haciendo la hora de comer, ¡y si tardamos mucho nuestras madres se asustarán! - Matías se echó a llorar. Pero a alguien se le ocurrió que le podíamos hacer una ropa con hojas de col. A Matías le gustó la idea:- si no hay más remedio...- dijo. Así que le empezamos a construir la "ropa".

Cuando ya habíamos acabado nos pusimos en camino para ir a casa. En mitad de camino nos encontramos a un rebaño de ovejas y cabras. Y fue cuestión de segundas que las cabras se comieran la falda de Matías. Matías empezó a llorar, y entonces vino el pastor y dijo: -¿Pero qué es este alboroto?- Nosotros le explicamos toda la historia de la falda de Matías. El pastor le dejó una manta a Matías. - ¡Gracias! - le contestó.

Así que volvimos a casa. La madre de Matías, en verlo, se asustó, y nosotros le explicamos todo lo que había pasado. Ella le dio una ropa a Matías y dijo que por la tarde le devolviésemos la manta al pastor.

Por la tarde fuimos a devolverle la manta al pastor y también a buscar la ropa de Matías. Fuimos al pantano y Matías se asomó al río, y gritó: -¡Que viene! ¡Que viene! - Nosotros miramos al río y... !era la ropa de Matías que bajaba por el río!

Narrado por: Vivencio Pérez
Escrito por: Luz Mendez

lunes, 28 de julio de 2014

Los Colores del Mundo

Este día era primavera. Estábamos en clase y nos tocó un examen de Geografía.

El profesor nos dijo que nos pusiéramos en fila y así lo hicimos. Primero el profesor le preguntó a Félix:

- ¿Cual es la capital de España?
- Madrid.

Félix la acertó. Ahora le tocaba a Luís.

-¿Qué está más cercqa, Teruel o la luna?-
- Teruel.-

También la acertó. Ahora me tocaba a mí.

- Vivencio, ¿hacia donde van los ríos?-
- Hacia el mar.-

La acerté. Ahora le tocaba a Matías.

- ¿De qué colores pueden ser las personas?-
- ¡Huy! ¡Pues de muchos!-
- Hay Matías, Matías... Las personas pueden ser: La mayoría de las personas de Europa somos de color carne o un poco blanco, y la mayoría de África son negros y....

¡Riiiing! Era hora de irnos a casa. Salimos del colegio y vimos pasar un coche que lo conducía un negro. Creo que Matías nunca había visto un negro, porque se asustó un poco. Fue directo a la escuela y le dijo al profesor:

-¡He visto a un señor que ha ido a una fiesta y que se ha pintado de negro!-
- Matías, ese hombre era negro, ¡No ha ido a una fiesta!

FIN

Explicado por Vivencio Pérez
Narrado por Lua Tallarini

Mapa del mundo conocido en la época

sábado, 26 de julio de 2014

La magia del barro

¿Sabes ese sitio que está al lado de las salinas que hay tierra de diferentes colores? Pues ese día ibamos allí con mi grupo de amigos (Luís, Félix, Ramón, Ángel, Matías, etc...)

Hicimos una torre, porque esa tierra era como plastelina, ¡pero mejor!


Pues eso, que hicimos una torre que nos llegaba como a la mitad de nuestro cuerpo. Pero Matías se empeñó en que la teníamos que hacer más grande:


- Bueeeeeno, valeeee. - respondimos


Ahora nos llegaba como dos metros o algo así.


- ¡Más grande, más grande! - dijo Matías


Y pusimos más piedras y más arcilla. ¡Ahora la torre era de tres metros de larga!

Matías se empeñó otra vez en que teníamos que hacer la torre más grande del mundo. Como ya no podíamos hacer más fuimos a buscar una escalera al pueblo.

Cuando volvimos nos pusimos a hacer la torre más grande aún.


Cuando ya habíamos terminado... ¡La torre se cayó!


Bueno, siempre podríamos hacer otra...


FIN

Explicado por Vivencio Pérez
Narrado por Lua Tallarini